16 de mayo de 2012 (Sacramento, CA) — En California, los ciudadanos están analizando una medida pendiente de votación para aumentar los impuestos al tabaco. La iniciativa, la Proposición 29, propone un aumento de impuestos de $1 para cigarrillos, así como aumentos de impuestos para cigarros premium y tabaco para pipa.
La iniciativa propone crear un comité de burócratas que administrará los supuestos $735 millones de dólares anuales que recaudará la Prop. 29. De esos $735 millones, cientos de millones cada año podrían destinarse a corporaciones fuera del estado y con fines de lucro, mientras que hasta $125 millones se destinan a pagar salarios, edificios/bienes raíces y otros costos administrativos.
Sin embargo, se deja una cantidad sorprendente de discreción a estos burócratas y cómo gastarán el dinero. Por un lado, nada de este dinero irá a las escuelas públicas, a pesar de que en California existe una enmienda constitucional aprobada por los votantes que requiere nuevos impuestos para ayudar a financiar la educación. Ninguno de los fondos se destinará a aliviar el déficit presupuestario de $16 mil millones de los estados tampoco. Es posible que el dinero de la investigación ni siquiera se quede en California, ya que no hay nada que requiera que se gaste en el estado o incluso en el condado.
Además, la propuesta no se puede tocar durante 15 años. El gobernador y los legisladores tienen prohibido modificarlo, incluso en caso de despilfarro o mala administración.
Esta propuesta creará potencialmente un vacío de $735 millones que les quitará dinero a los ciudadanos de California y lo redirigirá a discreción del comité. Este enfoque impositivo de aplastar y agarrar simplemente no se puede tolerar. Al final del día, está tomando dinero de los ciudadanos de California sin el requisito de que se gaste en California. Si el dinero proviene de los bolsillos de los ciudadanos de California, debería permanecer en California. Si este fuera un impuesto universal, nunca se permitiría gastarlo fuera del estado.
La Proposición 29 se reduce a una iniciativa mal pensada que, en esencia, es un proyecto de recaudación de fondos sin rendición de cuentas. Subirá los precios del tabaco en todos los ámbitos y entregará el dinero a un consejo burocrático sin obligaciones para con el estado o los contribuyentes. Más bien, sus obligaciones serán con sus universidades afiliadas y socios con fines de lucro, todos haciendo fila para obtener su cheque.
La propuesta se someterá a votación el 5 de junio.